La detoxificación consiste en una serie de reacciones químicas que tendrán lugar en nuestro organismo, mediante las cuales las toxinas serán transformadas en sustancias menos tóxicas e hidrosolubles, para poder de ese modo eliminarlas con mayor facilidad.
Las toxinas son sustancias que dañan o alteran el normal funcionamiento de nuestro organismo. El tabaco y el alcohol son considerados toxinas para el organismo, así como también la exposición a agentes contaminantes. Del mismo modo, un aumento de cortisol causado por el estrés a nivel interno, se considera también una sustancia estresora para el organismo.
El organismo tiene una respuesta natural a estas toxinas o estresores, mediante un sofisticado sistema de neutralización y eliminación de aquellas sustancias que nos hacen daño. En este proceso colaboran el sistema renal, el gastrointestinal (hígado y tubo digestivo) y linfático.
Cuando los mecanismos de detoxificación y drenaje que tiene nuestro organismo fallan o se ven saturados, estos elementos se van acumulando en nuestro interior y las consecuencias de esta acumulación pueden variar desde síntomas simples hasta más complejos.
El proceso de drenaje y detoxificación consiste en neutralizar y eliminar las toxinas que se encuentran y acumulan en el organismo causando en algunas ocasiones cansancio y falta de energía, entre otros efectos.
La detoxificación consiste en una serie de reacciones químicas que tendrán lugar en nuestro organismo, mediante las cuales las toxinas serán transformadas en sustancias menos tóxicas e hidrosolubles, para poder de ese modo eliminarlas con mayor facilidad.
El drenaje es el mecanismo mediante el cual nuestro cuerpo expulsa al exterior las toxinas ya neutralizadas o detoxificadas, de forma definitiva.
El organismo cuenta con su propio mecanismo de detoxificación y drenaje, el cual puede ser sobrepasado por un exceso de estas sustancias. En esos casos se requerirá de ayuda externa para eliminarlas.
• Beber al menos 1.5 litro de agua al día
• Tomar acciones para intentar controlar el estrés
• Llevar una dieta equilibrada en cantidad de fibra, vitaminas y minerales
• Evitar alimentos procesados, la comida rápida y azúcares
• No fumar y reducir el consumo de té negro, alcohol y café
• Realizar actividad física moderada
• Mantener una actitud positiva, disfrutando más a menudo de las cosas que nos agradan
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